Asociación de Vecinos de Vilaragunte: “Si no generamos actividades, el rural de Galicia muere”

Jessica Fernández
En el año 2018 una conversación entre cuatro amigos dio lugar a la creación de la Asociación de Vecinos de Vilaragunte, en el municipio de Paradela. David Rivera López, su presidente, recuerda perfectamente cómo surgió todo: “Nos juntamos cuatro amigos y dijimos: ¿Por qué no creamos una asociación vecinal para promover la actividad cultural y las fiestas?”. Aquella semilla no tardó en dar fruto.
La primera iniciativa fue la celebración de la Fiesta de la Juventud, que aún se sigue organizando, y desde entonces la asociación no ha dejado de crecer. Con propuestas que van desde el Entroido hasta la Navidad, pasando por galas benéficas y otras celebraciones, la entidad ha logrado consolidar una programación anual que reúne tanto a los vecinos de la parroquia como a muchas personas de otras zonas.
La pandemia de la covid obligó a hacer una pausa, pero también sirvió para transformar la antigua escuela en un centro social con todas las condiciones: “Convertimos la antigua escuela en un local social amplio y con servicios. Pudimos hacerlo gracias a las instituciones, sobre todo al Ayuntamiento de Paradela y a la Xunta de Galicia”, explica Rivera. Ese espacio, inaugurado en 2021, se ha convertido en el corazón de la vida comunitaria. Allí se organizan la fiesta de Entroido en febrero, la gala benéfica contra el cáncer celebrada en 2022 y la ya tradicional Fiesta de la Juventud en abril, así como la celebración navideña en diciembre.
“Lo importante es reunir a los vecinos”, afirma el presidente, quien destaca que actualmente la asociación cuenta con más de noventa socios y una directiva formada por cinco personas. Uno de los objetivos fundamentales de la entidad es precisamente ese: recuperar el espíritu comunitario. “Queremos que la gente venga, desde los 6 hasta los 80 años, y que participe. Parece una tontería, pero a la gente le gusta porque así se sale de casa y se relaciona un poco más. Ves que participan y colaboran”, cuenta Rivera, que insiste en la importancia de recuperar las relaciones de antes: “Tratamos de reunir a los vecinos para poder charlar y hablar como se hacía antes, porque antes no había televisión y hablábamos con los vecinos, y ahora ya casi no hablamos entre nosotros”.
La asociación tiene raíces en la parroquia, pero también se ramifica. Entre los socios hay personas de otras parroquias e incluso vecinos de Sarria o Lugo que, aunque vivan fuera, participan activamente en las fiestas y actividades. La colaboración con la comisión de fiestas es constante; esta última organiza el magosto en octubre y las fiestas patronales. Incluso hay miembros de la asociación que también forman parte de dicha comisión, y entre todos mantienen activo un grupo vecinal para difundir información útil y relevante.

LA IMPORTANCIA DE LA ASOCIACIÓN
Preguntado sobre la importancia de la asociación para Paradela, Rivera es claro: “No es que sea importante para Paradela, es importante para toda Galicia, ya que es una tierra que se está quedando sin población en el rural. Y si no generamos eventos, esto muere”. Su reflexión va más allá de la simple celebración de fiestas. “Tenemos que lograr que esto perdure, el despoblamiento es palpable. Cuando yo era pequeño había 300 niños en el colegio, ahora hay 50. Se piensa que solo hacemos fiestas, pero reunimos a la gente y compartimos, y eso es valioso para el pueblo y para toda Galicia. Todas las asociaciones parroquiales ponen en valor lo que tiene cada lugar”.
En la parroquia, la actividad también se ve influida por la presencia de parques eólicos como Paradavento, en el que participa el Ayuntamiento de Paradela. Aun así, las necesidades del rural siguen siendo urgentes: “Hacen falta más ayudas al rural en general: en fiestas, a los comuneros, en caminos, pistas forestales, pistas rurales. Hay que poner más en valor la zona rural con más servicios. Si quieres que la gente venga al rural, no puedes depender de hacer 40 km para acceder a un servicio básico”, reclama.
En cuanto al futuro, la asociación tiene planes ambiciosos. “Nos gustaría hacer alguna cosa más pero estamos pendientes de obtener ayudas, ya que hicimos una inversión muy grande para crear el centro social y hemos pedido ayudas para disponer de mesas y sillas, para un equipo de música, una televisión…”, explica. Por eso insisten en que “hacen falta recursos, como material, mobiliario, pero también apoyo para que las ideas puedan convertirse en realidad”. Con ese material esperan poner en marcha nuevas actividades: “Nos gustaría hacer un curso de cocina cuando tengamos mesas y sillas, queremos comer comida saludable, por eso los cursos. A nivel de informática también nos gustaría, porque hay que avanzar en ese sentido”. En definitiva, el objetivo está claro: mantener las actividades fijas como la Navidad, y seguir trabajando para que Vilaragunte continúe siendo un lugar de encuentro, convivencia y cultura.