El gallego-venezolano Javier Conde presenta en Sarria su libro ‘Vidas Exiliadas’
Por Jessica Fernández
Sarria acoge la presentación del libro ‘Vidas exiliadas. Veintiún historias de desarraigo y luchas políticas’ de Javier Conde, afincado en Sarria; un gallego de la parroquia de Vilaboa, en Pontevedra, que vivió la mayor parte de su vida en Venezuela a donde emigró en los años 60.
De profesión periodista y reportero, y escritor de afición, desde Sarria continúa escribiendo y recopilando textos de sus varios destinos por América del Sur. Así, destaca que la acogida en la villa fue “muy buena” y que se integró en distintas actividades, ya que le gusta vivir “en lugares donde haya tranquilidad, después de vivir en ciudades muy grandes como Caracas y Bogotá”, sostiene.
‘Vidas Exiladas’ reúne 21 historias de hombres y mujeres que tuvieron que salir de sus naciones de origen, fundamentalmente por razones políticas. Conde aborda la mayoría de los géneros del oficio, la crónica y el reportaje, el artículo y la descripción, para ofrecer memoria de Jacobo Arbenz, el presidente guatemalteco derrocado y luego espiado en Montevideo; del catalán Manuel Pérez Vila, que se convirtió en uno historiador de primera en el país caribeño; del gallego Lázaro Candal, voz del fútbol cantado desde América; o de Rómulo Gallegos, el más sonado de los escritores venezolanos, en Bueu, compartiendo la vivencia del mar y de un grupo de intelectuales españoles.
Hay también en el libro de este periodista hispano venezolano actualidad política de su país de acogida y la suerte de los ahora numerosos inmigrantes venezolanos “porque son apreciados donde van. La mayor parte de la migración inicial era de gente nueva, preparada, con estudios y un ánimo de dejar atrás el malo y adaptarse lo antes posible al presente, porque ahí está su futuro y lo de su familia. Además, hay una alegría contagiosa entre los venezolanos, quizás a consecuencia de ese espíritu caribeño de fiesta permanente en una tierra que también acogió gente de fuera”, explica Conde.
En el libro, además, sintetiza en Historia de Randy, que cuenta las desventuras de una persona dispuesta a hacer lo que sea para salir adelante él y su familia, primero en Buenos Aires, y luego en esta villa del Camino.
El escritor defiende que se siente venezolano, y reconoce que la vida del inmigrante es “difícil y retadora”. Así, explica que “uno se ve obligado a demostrar que puede desarrollarse en el que siempre hizo, en mi caso el periodismo. Pasé toda la vida en redacciones y logré trabajar como periodista en Caracas, en Bogotá, Montevideo y en Galicia. Pero siempre hay que contar, además de la experiencia, con la suerte de encontrarse con gente que te ofrezca la oportunidad de mostrar lo que puedes hacer”, sostiene.
Con todo, dice que el camino no finaliza aquí, “tengo varios proyectos en curso. Uno sobre los medios de comunicación en Venezuela y su debacle en estos tiempos amargos; otro, una historia sobre la migración de mi familia, que marcó los destinos de muchos de mis familiares en Venezuela y en Brasil, y su posterior regreso a España”, concluye.