José Tomé formaliza su dimisión como presidente de la Diputación de Lugo y afirma que llegará “hasta el final”

El Pazo de San Marcos fue escenario este martes de un pleno extraordinario en el que José Tomé hizo efectiva su renuncia a la presidencia de la Diputación de Lugo, tal y como había anunciado tras hacerse públicas, el pasado 10 de diciembre, las denuncias por presunto acoso sexual. La sesión se celebró sin la presencia de los diputados del BNG, que sí acudieron posteriormente al pleno ordinario convocado a continuación.
Con su dimisión, Tomé deja la presidencia de la institución provincial, aunque mantiene su acta de diputado y pasa a integrarse como concejal no adscrito, una decisión ya anunciada previamente. De este modo, continuará en la corporación hasta el final de la legislatura, votando, según indicó, en sintonía con socialistas y nacionalistas.
Durante su intervención, el ya expresidente volvió a defender su inocencia y aseguró que, “a día de hoy”, desconoce el contenido concreto de las denuncias, una situación que calificó de “indefensión”, al considerar que no se respetó la presunción de inocencia. Tomé recordó que no existe denuncia judicial y que solo se produjo una comunicación interna dentro del partido, que calificó de falsa. Asimismo, anunció que emprenderá acciones legales contra quienes lo acusan y reiteró que se trata de una maniobra de carácter político en la que él sería un “daño colateral”.
Tras agradecer el trabajo del personal de la Diputación, lamentó que el perjuicio sufrido “ya no tiene marcha atrás”, tanto en el ámbito político como en el personal y social. “Quien nada ha hecho, nada debe temer”, concluyó, insistiendo en que todo lo sucedido responde a intereses políticos ajenos a la provincia y en los que él no era ni el único ni el principal objetivo.
El pleno ordinario posterior incluye una moción del Grupo Popular para reprobar a José Tomé. Su portavoz, Antonio Ameijide, anunció además que solicitarán la reprobación de la diputada socialista Pilar García Porto, a la que acusa de haber encubierto el caso, y lanzó un mensaje al BNG para que decida “si elige feminismo o pisar moqueta”.
Tomé no realizó declaraciones ni al inicio ni al término del pleno extraordinario y permaneció apartado de los pasillos hasta el comienzo de la sesión ordinaria, donde se sentó junto a la bancada socialista, al lado de Pilar García Porto.
Por su parte, el vicepresidente de la Diputación y diputado del BNG, Efrén Castro, explicó que su grupo no asistió al pleno de renuncia para mantener la coherencia con su decisión de no participar en sesiones presididas por Tomé. Avanzó además que los nacionalistas votarán a favor de la reprobación del exmandatario por las actitudes denunciadas, aunque rechazaron extender esa censura a García Porto.
Desde la oposición, el PP insistió en exigir la salida tanto de Tomé como de García Porto, cuestionando la continuidad del pacto de gobierno entre PSOE y BNG. Mientras tanto, la portavoz socialista defendió la actuación de su partido, asegurando que se actuó con rapidez y contundencia en cuanto se tuvo conocimiento formal de la denuncia a través de los cauces internos.
Con la renuncia ya registrada, la presidencia de la Diputación queda en manos del vicepresidente Efrén Castro hasta el próximo 14 de enero, fecha prevista para la elección del nuevo presidente. Aunque todavía no hay confirmación oficial, se barajan varios nombres dentro del PSOE para ocupar el cargo durante el tramo final de la legislatura.