Nacho, de la Asociación Que Facemos: “Queremos ofrecer cosas alternativas a la vecindad de Sarria”

Jessica Fernández
¿Cómo surge esta asociación?
Esta asociación nació en 2015 como una entidad centrada en la música electrónica de Sarria, organizando eventos y como respuesta a la comercialización que había de la música en el panorama nocturno, queríamos ofrecer algo alternativo sin registros económicos. Nunca tuvimos intención de ganar dinero, era todo abierto al público e intentábamos explorar diferentes estilos musicales y vanguardistas. Apostábamos por la música electrónica, pero también organizábamos lecturas de poesía, sorteábamos libros...
¿Qué tipo de actividades hacían?
Sobre todo, organizábamos eventos nocturnos y alguna cosa de día, por ejemplo para recaudar fondos, pero siempre intentamos hacer cosas girando en torno a la música, con DJ y actuaciones en directo. Hicimos este tipo de eventos por todo Sarria: en el antiguo Bosque, en el antiguo Planeta, en el Zone, en el Meigallo, en el Casino, hicimos también en varios sitios de Ourense... En 2016, además, organizamos un festival llamado ‘Que Facemos Fest’, y colaboramos en el Esmorga Fest y estos años con el Ribela Love and Nature.
¿Por qué siempre con la música?
Era lo que veíamos como carencia en Sarria. No había ninguna propuesta de música electrónica. Yo había llegado de estudiar en Bilbao y no sabía qué hacer. Si no hacíamos algo nosotros con la música, estábamos fastidiados. Queríamos ofrecernos a nosotros mismos una alternativa que nos gustase a nosotros y a los demás.
¿Cómo es la Asociación en la actualidad?
Nuestra actividad se detuvo en 2020 a causa de la covid y volvimos ahora pero de una forma renovada, ya que no vamos a hacer eventos de música electrónica. Ahora surgió esto del arte digital y empezamos a hacer algo, ya que no hay alternativas de este tipo por la zona, solo en Madrid. Es más que nada para que la gente vea un poco este tipo de arte, ya que hay muchos artistas que están muy interesados y ven nuevas formas de concebir el arte y poder vivir de ella. Esto puede proporcionar plataformas y visibilidad con alcance para vender sus obras. Yo, de tanto estar en contacto con artistas, vi que hay un auge de arte digital con exhibiciones, por lo que propuse la idea de ofrecer este tipo de arte. La primera exposición que hicimos en el Vello Cárcere el año pasado fue una toma de contacto, pero la idea es mezclar la música con el arte digital e intentar darle a la forma audiovisual y musical un significado más artístico. Toda expresión artística bien utilizada y con coherencia siempre puede ayudar a la experiencia del asistente.
¿Cuáles son los objetivos de esta nueva vertiente?
Lo hacemos por probar. Todo lo que hacemos con la asociación no tiene un fin a largo plazo, lo hacemos porque nos gusta y queremos probar algo distinto y ver qué sale y qué pasa. Lo que está claro es que antes hacíamos propuestas arriesgadas con público reducido y ahora no tenemos muchas aspiraciones, por lo que queremos ir viendo, aunque tenemos la esperanza de que salga bien. La intención sería exponer una colección cada tres meses y buscar artistas, pero no es muy fácil. En la exposición del Vello Cárcere se alineó todo perfecto para que surgiera este proyecto. Los artistas tienen que hacer obras pensando exclusivamente en ese tema, como las del Vello Cárcere, pensando en todo y requiere muchas horas de organización, mucho trabajo, tener ideas de colección y luego encontrar un sitio que vaya bien.
¿Por qué son importantes estas iniciativas en Sarria?
Nosotros la verdad es que somos gente que siempre le tuvo cariño a la villa y queremos ofrecer cosas alternativas a la gente, mostrar un tipo de arte o un mundo de otra manera, que igual si no se lo ofrecieras, no lo conocería. A nosotros nos influyó lo que había en el Planeta y hay mucha gente que está haciendo cosas y que nos toma como ejemplo, todo se realimenta. Vas por Sarria y hablas de música y hay mucha efervescencia, y seguir ofreciendo alternativas para nosotros y para la gente nos parece importante. Es vital ofrecer alternativas culturales en sitios pequeños y estas requieren de continuidad y de que el público muestre un mínimo de apoyo. Tuvimos épocas en que hacíamos cosas cada quince días, pero necesitamos que la gente venga. Además, no tenemos ningún apoyo institucional, por lo que tenemos el dinero limitado. Estamos pensando en buscar algún apoyo institucional porque podrían ayudarnos mucho y es algo que está ahí como posibilidad.