Pícaros do CPI Ramón Piñeiro nace para revitalizar la vida escolar y defender la educación en el rural
La reciente disolución de la antigua AMPA del CPI Ramón Piñeiro ha dado paso a una nueva etapa en el centro educativo de Láncara. Un grupo de ocho madres ha decidido dar un paso al frente y crear la asociación Pícaros do CPI Ramón Piñeiro, una entidad sin ánimo de lucro que busca defender los derechos y oportunidades del colegio, apostando por una educación inclusiva, igualitaria y adaptada a las familias del entorno rural.
En apenas una semana de existencia, la asociación ha conseguido reunir a más de un centenar de socios, una muestra del fuerte respaldo de la comunidad educativa, vecinal y comercial. Cualquier persona vinculada al colegio puede formar parte de Pícaros con una cuota anual de 20 euros por unidad familiar, un modelo abierto y participativo que pretende implicar a toda la sociedad en un proyecto común.
Entre sus primeras acciones, la asociación ha conseguido poner en marcha una amplia y atractiva oferta de actividades extraescolares para el curso 2025-2026, que incluye baloncesto, robótica, kung fu, inglés, dibujo y expresión artística, gimnasia rítmica, patinaje y baile y música tradicional, entre otras. El éxito ha sido tal que en algunas actividades ha sido necesario crear varios grupos por la alta demanda. Las clases comenzarán el próximo 13 de octubre.
Pícaros también trabaja para implantar un servicio de madrugadores y ludoteca, un recurso clave para facilitar la conciliación laboral y familiar. La propuesta ha llegado incluso a debatirse en el pleno del Ayuntamiento de Láncara, lo que demuestra su relevancia e impacto social.
De cara a este curso, la asociación prepara diversas actividades para fechas señaladas como Halloween, Navidad, talleres y charlas, con el objetivo de dinamizar la vida del centro y seguir construyendo una comunidad educativa viva, creativa y comprometida.
Desde la directiva de Pícaros expresan su agradecimiento por el gran apoyo recibido tanto del propio colegio como de las familias y los numerosos establecimientos colaboradores de Láncara, Sarria y Lugo. Comercios de distintos sectores —peluquerías, tiendas de ropa, ópticas, librerías, locales de ocio o tiendas de electrodomésticos— han ofrecido descuentos especiales o colaboraciones económicas para apoyar el proyecto.
En un municipio de menos de 5.000 habitantes y con un único centro educativo, el CPI Ramón Piñeiro, que celebró su 50 aniversario el pasado curso y cuenta con 230 alumnos de Láncara, O Corgo y O Páramo, iniciativas como esta resultan esenciales para fortalecer la educación en el rural. “No queremos que el mundo rural se quede atrás. Nuestro principal objetivo es que nuestros hijos e hijas tengan acceso a las mismas oportunidades que en cualquier otro lugar”, subrayan desde la asociación.