¿Qué opinan los sarrianos y las sarrianas del pacto entre PP y Camiña Sarria?

El Acuerdo para el Desarrollo Estratégico de Sarria (ADES), firmado entre el PP y Camiña Sarria y vigente hasta mayo de 2027, contempla una quincena de actuaciones que abarcan desde la mejora del Estadio Municipal de la Ribela o la reforma del CEIP Frei Luis de Granada, hasta la urbanización de travesías de la carretera LU-546, la humanización de la Plaza da Vila, el apoyo a proyectos de residencias de mayores, la rehabilitación y musealización de la Casa del Marqués, inversiones en aguas con un nuevo depósito y captación, la desafectación de las viviendas anexas al CEIP Frei Luis de Granada, y el desarrollo de suelo industrial en la segunda fase del Polígono del Morelle.
Para R.A., vecina de Sarria, el acuerdo representa principalmente un beneficio práctico para la comunidad: “Creo que me da igual quién proponga, quién haga y quién se junte si el beneficio es para el pueblo de Sarria. Si traen dinero para arreglar las carreteras, que tiren las casas de los maestros y hagan un parque cubierto, sería perfecto. Todo lo que necesita Sarria, y si el PP está luchando porque tiene la Xunta a su favor, entonces lo veo bien. Si no quieren dar impulso al BNG y castigar al PSOE, Carmen lo hace muy bien y trae cosas para Sarria. La gente no es tonta y lo veo, que lo propone una persona que quiere el bien del municipio”.
J., otro vecino, comparte una perspectiva pragmática y centrada en los beneficios: “A mí me parece bien todo lo que sea bueno para el pueblo y que traigan recursos para Sarria. Todo lo que mejore, estupendo. No sé hasta qué punto ofrece la alcaldía, él se retira porque busca completar proyectos que puso sobre la mesa. La política en cuestión de 2-3 días cambia mucho, falta tiempo, pero todo puede pasar”.
M.V., por su parte, expresa el deseo de consenso y cohesión social: “Lo que me gustaría es que hubiera consenso y que el pueblo avanzara, porque todos somos vecinos, familia o amigos. Es complicado posicionarse por alguien, pero me gustaría que todos se llevaran bien. Al final deberían llevarse bien, pero no es posible por la diversidad de opiniones políticas. Mucha gente quiere eso: que se junten, porque estando así no se puede hacer nada si todos están contra todos”.
R.Q. reflexiona sobre la gestión de Camiña Sarria y los intereses políticos: “Camiña Sarria lo tenía bloqueado por todos lados, por la Diputación y por la Xunta. No va por intereses de partido, sino por los ciudadanos. Me parece bien desde su punto de vista. Por parte del PP compran un partido para que no se puedan presentar y ganen ellos las elecciones… me parece como comprar unas elecciones. El PSOE si cambiase de candidato podría sumar votos. El BNG perdió una oportunidad histórica de hacer cosas muy buenas por el pueblo, teniendo la Diputación, y no hicieron nada. Para Sarria fue muy malo, y no creo que les vaya a aportar electoralmente votos, pero no entendimos su postura”.
M.F., en cambio, muestra cierta sorpresa y cautela ante la combinación de partidos: “Claudio es un hombre interesante que gestionó Sarria ganando las elecciones frente a partidos grandes como PP, PSOE y BNG. A mí el pacto me extraña. No sé si hay gente próxima al PP, deberían ser más próximos al PSOE. El problema de la política son los malos rollos, las escisiones. Si el PP cumple, los acuerdos deben cumplirse. Son propuestas. Si se cumplen, puede gustarme más o menos el partido, pero bienvenidas sean para Sarria. Como suele pasar, si no se firman, no se cumplen. Si Claudio se marcha, a ver quién le pide explicaciones si luego el PP consigue la alcaldía. Parece un buen pacto para el PP, porque hace algo y les ayuda a ganar las elecciones”.
OPINIONES MÁS CRÍTICAS
Otra vecina, N.G., muestra escepticismo ante la magnitud y la prioridad de ciertas inversiones: “Genial que los parques sean inclusivos y cubiertos, pero desconfío de las reformas integrales cuando son de tanto importe y no sé si se harán, como el de los maestros, que igual va para 15 años. La Plaza da Vila necesitaría una remodelación completa, pero no es tan prioritaria. El pacto en general es un movimiento del PP muy bueno para conseguir la alcaldía porque el PSOE está en horas bajas, pero no va a conseguir atraer el voto de Camiña Sarria. El BNG también debería cambiar de candidato porque el actual es vicepresidente de una Diputación. Es una trampa todo, parece un juego de tronos de medio pelo. Con la Xunta, se podían dar cosas, pero no lo hicieron. Carmen hizo una oposición fuerte, pero no consiguió nada hasta ahora. Los puntos son muy generales, de muchísimo importe. Hasta ahora no se podía conseguir una partida o subvención por iniciativa propia. Tome y Efrén no estuvieron ágiles, y ahora pasa lo que pasa. Es una jugada maestra del PP, pero no es legal. Es sucia. Los recursos de la Xunta gestionados por el PP no dejan de ser impuestos nuestros. El PP no hizo nada por iniciativa propia, igual que el BNG. Mejor un parque cubierto en la Plaza de la Villa y conservar los demás parques. Las mejoras integrales no son necesarias. Estos acuerdos son poco claros, no aportan realmente mucho y crean desconfianza”.
L.R. también aporta una visión crítica y reflexiva: “Todo lo que sea bueno para el futuro de Sarria me parece bien, sea acordado por los partidos que sea. Pero llega tarde. ¿Por qué no se hizo antes? ¿Es una pataleta de Camiña Sarria? Lo hace porque con PSOE y BNG hay mal rollo? Si las 15 propuestas no se llevan a cabo antes de 2027, ¿qué partido político las realizará y se ‘colgará’ las medallas? Esperemos que se cumplan. No entiendo que esto llegue de repente, y que Camiña Sarria decida no presentarse en 2027, siendo un partido que hizo muchas cosas por Sarria. Creo que deberían presentarse con Claudio u otro miembro válido del partido. El PSOE debería cambiar de candidato. El BNG siempre intenta pasar de dos concejales, pero no lo consigue. El PP siempre es una caja de sorpresas, repetirá Carmen José como cabeza de lista, pero los siguientes deberían cambiarse”.
CONCLUSIONES
La diversidad de opiniones refleja la complejidad de una vecindad atenta a los intereses de su municipio y consciente de las dinámicas políticas locales. Hay entusiasmo por los beneficios que podría traer el pacto, especialmente en proyectos concretos que mejoren la vida diaria, pero también abundan el escepticismo y la preocupación por la transparencia, la prioridad real de las actuaciones y las motivaciones partidistas.
En conjunto, la conclusión predominante es que la vecindad valora positivamente el acuerdo si y solo si se traduce en acciones reales que mejoren efectivamente Sarria, aunque con reservas sobre la forma en que se ejecutará y la posible instrumentalización política detrás del pacto. El consenso entre los vecinos parece centrarse en la esperanza de resultados tangibles, más allá de las disputas partidistas.