Rosa López, presidenta de la Asociación Gorriós: “La asociación es un referente para todos los vecinos”

Jessica Fernández
¿Cómo surgió la idea de crear esta asociación hace veinte años?
En Louseiro siempre tuvimos mucha inquietud por reunirnos y disfrutar de nuestro tiempo libre juntos. Tenemos una escuela rural que en aquel momento estaba un poco abandonada y necesitábamos hacerle algunos arreglos. Entonces, surgió la idea de crear la Asociación Cultural Os Gorriós para poder canalizar todas estas iniciativas, unir fuerzas y conseguir servicios y subvenciones para hacer de nuestro pueblo un lugar más agradable para vivir.
¿Cómo se ha desarrollado la asociación en estos veinte años?
En estos veinte años la asociación ha ido evolucionando con el paso del tiempo, de ser un grupo de amigos que se reunía con muchos proyectos e ilusiones a tener que buscar la manera de legalizar todo y darle una forma más estable.
¿Cómo fue el proceso de adaptación de la asociación durante y después de la pandemia?
Fue muy lento, con mucho miedo por si organizábamos algo y luego surgía algún brote... Algunos queríamos organizar cosas y otros no, por miedo; no queríamos provocar problemas, y fue un momento delicado porque nosotros, como directiva, asumimos la asociación en 2021, cuando todavía las cosas estaban bastante complicadas.
¿Qué actividades organizan durante el año?
Empezamos el año con el Entroido, que en su día fue un evento muy destacado, no solo para la comarca. Hubo años con muchísima asistencia, pero ahora ha decaído bastante, así que lo que hacemos es una fiesta infantil abierta a quien quiera participar, con música y disfraces. La siguiente actividad es San Antonio, la fiesta patronal de Louseiro, que dura dos días: el sábado tenemos sesión vermú y queimada, y el domingo, otra sesión vermú y verbena. Esta fiesta coincide antes de San Juan y organizamos actividades para los niños. Estamos muy centrados en los más pequeños, porque antes no había y ahora sí, así que hemos orientado nuestras actividades hacia ellos. En verano organizamos una fiesta llamada “Loseiro Ye-yé”, que consiste en disfrazarnos de ye-yés de los años 70 y montar un guateque. Este año no la hicimos, pero queremos retomarla. El último fin de semana de agosto, el domingo, celebramos una comida de confraternidad en el campo de la fiesta de Louseiro. Nos juntamos para comer, traemos una pulpeira y aprovechamos que hay gente de fuera que viene a casa. Después llega el San Martiño Caníbal y, por último, el 31 de octubre celebramos el magosto en el colegio de Louseiro y asamos las castañas.
El festival San Martiño Caníbal, ¿cómo surgió la idea de organizarlo hace 11 años?
El San Martiño coincide con el día más próximo a esa fecha y organizamos un festival de música en el campo de la fiesta, con sesión vermú, cocido y, por la tarde, una actuación infantil seguida de varios grupos musicales. En Louseiro siempre existieron las fiestas de San Antonio y San Martiño. La primera se celebra desde hace 20 años, pero la del San Martiño era una fiesta de invierno que se había dejado de celebrar. Así que la idea de recuperarla surgió con el propósito de mejorarla, darle un giro y modernizarla. Además, David, de O Buril, siempre estuvo muy implicado porque formó parte de la directiva de Os Gorriós y tiene experiencia en el mundo musical, así que nos ayuda mucho y es quien busca los grupos.
La actual directiva lleva dos años organizando esta iniciativa, ¿cómo es el proceso?
Todos los que estamos en la directiva vamos rotando, siempre hay alguien que ya estuvo anteriormente. Esto se ha complicado desde que empezamos hasta ahora; el tema del papeleo ha hecho que todo sea mucho más difícil, sobre todo el cambio de directiva, que vamos a hacer en breve. Por lo demás, nos organizamos bien, ya que solicitamos subvenciones a distintas administraciones, que nos ayudan, pero también somos conscientes de que las asociaciones deben financiarse por sí mismas, a través de las cuotas de los socios, y gracias a que la asociación vecinal de Louseiro compró hace años el campo de la fiesta del pueblo, podemos organizar cosas sin demasiados problemas.
Ahora que cambia la directiva, ¿cuántos presidentes ha habido?
Ha habido cuatro presidentes: yo fui la primera, después me relevó Diego López, a continuación fue José Ángel Díaz Quintana, le siguió Manuel López, luego volví yo y ahora me releva Quintana de nuevo.
¿Cómo es la acogida de los vecinos y vecinas a las iniciativas?
La gente está contenta con lo que hacemos. Todos piensan que nuestras iniciativas son maravillosas y yo creo que valoran mucho el esfuerzo, porque aquí nos conocemos todos y saben nuestras situaciones familiares y laborales, así que sacar tiempo para esto es algo que se aprecia, y la gente lo reconoce. Así que muy bien.
¿Por qué es importante esta asociación para Louseiro y sus vecinos?
La asociación, a día de hoy, es un referente para todos los vecinos. Todas las iniciativas colectivas pasan por ella y dependen de ella: desde la conexión a Internet hasta cualquier arreglo que necesite nuestra sede, y también todos los eventos que se organizan en el pueblo los organiza la asociación. Louseiro es una aldea de alrededor de 100 habitantes, y la asociación es nuestro centro cultural. Todo lo que se hace para mejorar la vida en nuestro pueblo se canaliza a través de la asociación. El asociacionismo es una forma de luchar para conseguir servicios para la aldea. En el caso del San Martiño, da vida a Louseiro, nos hace más amigos, más unidos, y eso mejora la vida. Cuanto más te relacionas con la gente, más felicidad te da, y ese es el objetivo: hacer feliz a la gente. Hay personas que viven solas. En las aldeas hay poca población, así que estas iniciativas hacen que surjan relaciones. Además, me parece importante compartir actividades para todo tipo de personas y entre distintas generaciones, entre abuelos, padres y niños, que fomentan el intercambio cultural.
¿Y para el conjunto de Sarria y la comarca?
Creo que esta asociación es un ejemplo para toda la comarca. Destacaría nuestro espíritu altruista, colaborador y constante a lo largo del tiempo. A pesar de que han pasado 20 años, todos los que participamos en su creación seguimos apoyando todo lo que se hace, ayudándonos unos a otros, proponiendo nuevas iniciativas y dando aliento desde dentro y desde fuera de la directiva.
¿Merece la pena continuar?
Sí, siempre vale la pena continuar, a pesar de las circunstancias. Pero sí, siempre merece la pena por la gente, por dinamizar el pueblo, porque no se puede dejar morir esto. Me parece muy importante que los niños sepan de dónde son, que mantengan el arraigo, que compartan todo esto entre ellos cuando sean mayores y que se quieran como la generación anterior.
