Votorantim Cimentos presenta su proyecto para producir combustibles sólidos recuperados

Sarria fue el escenario elegido por Votorantim Cimentos, la empresa propietaria de la fábrica de cemento de Oural, para presentar su nuevo proyecto.
Vecinos del entorno y representantes de las administraciones locales y comarcales se interesaron por la nueva planta que se instalará en Oural para producir combustibles sólidos recuperados (CSR) a partir de residuos que ya no se pueden reutilizar ni reciclar. El proceso consiste en la clasificación y trituración de materiales procedentes de otras industrias, en un 90% plásticos, madera y cartón. Para llevar a cabo esta iniciativa, la compañía invertirá 12 millones de euros.
“Gracias a este proyecto – comentó la directora de Sostenibilidad de la compañía, Carmen Boulet- podemos dar una segunda vida a unos materiales que irían a parar a vertedero y que sin embargo se pueden aprovechar como combustible debido a su poder calorífico, aplicando el principio de economía circular. Esta premisa es imprescindible para descarbonizar la actividad de la industria y luchar contra los efectos del cambio climático”.
Los residuos que se van a reciclar para transformarlos en combustibles procederán de la industria gallega. Actualmente el 14% de los residuos industriales de esta comunidad autónoma acaban en vertedero por lo que esta iniciativa supone una solución segura, eficiente y medioambiental.
Durante la jornada, Boulet remarcó que Votorantim Cimentos es una empresa de materiales de construcción y soluciones sostenibles con origen y sede en Galicia y que una de las prioridades siempre ha sido apostar por esta región, fomentando el empleo de calidad y la riqueza en las zonas donde se asientan sus instalaciones. De hecho, además de la fábrica de cemento de Oural, cuenta con 10 plantas de hormigón – cuatro en Lugo, tres en Pontevedra, dos en Coruña y una en Ourense-; seis de mortero más puntos de expedición - tres en Coruña, dos en Pontevedra y uno en Ourense- y cinco instalaciones de áridos -dos en Coruña, dos en Lugo y una en Pontevedra-.
La cementera de Oural inició su actividad en 1962 y ha sido la responsable del crecimiento y desarrollo económico de la comarca de Sarria. Con su cemento se han construido las principales obras emblemáticas, infraestructuras y edificios residenciales gallegos, como el Auditorio, el Museo Interactivo de la Historia o el Pazo de Ferias y Congresos o el puente sobre el río Miño, en Lugo; el hospital de Ourense, los centros comerciales Nasas Nigrán y Vialia, o las naves industriales de la Organización de Palangreros de La Guardia y de Frioya (Chapela-Pontevedra), entre muchas otras. Además, sus hormigones han abastecido la extensión del AVE hacia el noroeste peninsular.
Todos los cementos fabricados en Oural, así como en el resto de las fábricas de Votorantim Cimentos en España cuentan con el certificado de la Marca AENOR N Sostenible. Esta marca es la primera certificación en nuestro país que respalda que un producto es sostenible desde un enfoque ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza), teniendo en cuenta 20 indicadores, en línea con los criterios europeos de sostenibilidad en las edificaciones.
Además, la compañía acaba de presentar su nueva marca de cementos y hormigones, Blenture, diseñada para reducir las emisiones de CO2 y promover una construcción más sostenible. Los cementos y hormigones agrupados bajo este sello ofrecen soluciones competitivas para un gran número de aplicaciones, manteniendo las prestaciones habituales de calidad, resistencia y rendimiento, con un 30% menos de huella de carbono.
VALORIZACIÓN ENERGÉTICA
Para fabricar sus productos las cementeras requieren gran cantidad de combustible. El tradicional suele ser un derivado de petróleo denominado coque. Con el tiempo y en línea con su estrategia de sostenibilidad, Votorantim Cimentos ha ido sustituyendo un porcentaje del coque de petróleo por otros combustibles alternativos, como los que se producirán en la plataforma que está proyectada en Oural.
La valorización energética es una práctica testada en los países más avanzados de Europa en cuanto a protección ambiental con más de 50 años de experiencia. Actualmente más de 160 fábricas de cemento en Europa valorizan residuos y la Comisión Europea considera que el uso de combustibles procedentes de residuos en las fábricas de cemento es una de las mejores técnicas disponibles.
Esta experiencia europea, ha confirmado que el uso de combustibles derivados de residuos en sustitución del coque de petróleo no modifica las emisiones de las fábricas de cemento y por tanto no genera riesgos añadidos sobre la salud de las personas y el entorno.
Durante la jornada, el director de la Fundación CEMA (Fundación del Cemento y el Medio Ambiente), Dimas Vallina, presentó la abrumadora evidencia científica que certifica que el uso de combustibles alternativos en plantas cementeras no plantea riesgos para la salud ni para el desarrollo económico y social del entorno de las plantas.
“Los estudios realizados tanto a nivel internacional (Agencia ambiental de Inglaterra y Gales, Universidad de Lisboa, Universidad de Génova, Instituto Canadiense de Toxicología, entre muchos otros), como nacional (CSIC, las universidades de Alicante y Universidad Rovira i Virgili de Tarragona...), avalan que el uso de combustibles derivados de residuos no implica ningún riesgo ambiental ni de salud añadido, respecto al uso de combustibles tradicionales” aseguró Vallina.