Carme López, intérprete y docente: “La música va más allá de la música; está conectada con como vives”
Por Jessica Fernández
¿De donde viene su amor por la música?
Cuando somos pequeños normalmente los padres le ofrecen posibilidades a sus hijos para ocupar el tiempo libre y yo siempre me había inclinado hacia cuestiones artísticas. Estuve en pintura y dibujo y después había hecho un año de preparatorio en la Escuela Municipal de Sarria. Así, me decanté por la gaita sobre los 7-8 años e iba una vez a semana a Sarria, que no me queda lejos porque yo vivo en Rubián de Cima, que está más cerca de Sarria que de la Cruz de O Incio. Así, empecé tocando la gaita en Sarria, en la Asociación Cultural Peleriños, y después también a cantar y tocar la pandereta; y después hice los estudios en gaita en Vilalba.
Cuéntenos desde el inicio hasta el momento actual su trayectoria musical.
Pues empecé en Peleriños tocando la gaita e iba a clases, la actuaciones, tocaba para los grupos de baile... Así, fui interesándome y adquirí habilidades y después decidí hacer grado profesional de conservatorio en Vilalba, compaginando mis estudios de 4º de la ESO y luego en Bachillerato. Después, seguí mientras estudiaba Educación Primaria en Santiago y en Lugo. Finalmente, finalicé en Vilalba el grado profesional y hice el grado de acceso superior, que equivale a grado universitario, con la especialidad en instrumentos de tradición popular de Galicia en Vigo, al tiempo que finalicé la carrera de primaria en Santiago. Una vez finalizado el grado, hice un Máster en Investigación Musical y luego seguí con un doctorado en Artes y Humanidades, elaborando una tesis sobre la Música Tradicional Gallega, enfocada en el repertorio vocal de las mujeres del lugar de Liñares en avión, Ourense.
Actualmente, trabajo como profesora en la Facultad de Ciencias de la Educación de Santiago de Compostela como profesora de Expresión Musical en los distintos grados que se ofrecen y además son intérprete también.
También realizó charlas y cursos en diferentes centros educativos.
Además de intérprete, yo siempre estuve vinculada a la docencia, ya que trabajé en escuelas de música, en Anpas... y una de las cosas que hice en esa etapa eran conciertos didácticos, un recurso que se trabaja mucho en la música tradicional, que consiste en un taller de situaciones vinculadas con la tradición, pero el más practico posible. Se trabajan ritmos y géneros con el fin de contar cosas, pero también se intenta que el alumnado toque con instrumentos de percusión. Como profesora en la universidad, también trabajo con la música tradicional con el alumnado y siempre la utilizo como medio para explicar cosas.
También hice conciertos didácticos con el Ayuntamiento de Vigo estos dos últimos años, mientras compatibilizaba el trabajo en la universidad, pero ahora mismo no tengo nada agendado porque estoy hasta arriba; pero desde distintos lugares se siguen manteniendo ese tipo de actividades.
¿Por qué son interesantes estas iniciativas en los centros educativos?
En los centros educativos se busca hacer colaboraciones con entidades que vengan a contar lo que sea, como las agrupaciones o personas relacionadas con la música para que el alumnado vea la realidad más allá de la escuela y entienda la relación con el entorno. Está genial que los entes educativos acudan la agentes ajenos, y en el caso de la música es más importante porque aunque haya material, el dinero son los que son, y un colegio no es un conservatorio. Acercar instrumentos o agrupaciones musicales al alumnado que en la escuela no se ve es interesante. Además, dependiendo de tu entorno, puedes tener un vínculo con la música o no. Por ejemplo, la música tradicional está viviendo un momento de expansión por ejemplos como Tanxugueiras o por el himno del Celta compuesto por C Tangana, pero el estudio de la música tradicional siempre estuvo vinculado al ocio, no es una cosa reconocida como la música académica y en muchas ocasiones hay que acudir la profesionales concretos porque el profesorado no tiene conocimientos suficientes y es importante que se acerque para saber de que va el asunto: que no es una postal folclórica y el mundo de la música tradicional es una cuestión viva.
¿Los niños y niñas tienen inquietud por la música gallega?
Depende mucho del lugar, depende d el ámbito, si es rural o urbano; y también de las agrupaciones que haya en la zona en concreto. Por ejemplo, en Sarria hay escuelas muy potentes, por lo que los niños ya están vinculados y en las escuelas ves que ya están más abiertos a escuchar músicas, pero si no estás abierto, solo vas a escuchar lo que te llega, que es música procesada y basada en la imagen y difiere de la realidad de cuando tú coges un instrumento.
¿Por qué es importante llevar la música gallega por donde va?
Todas las músicas tradicionales se vinculan con el sentimiento de identidad y pertenencia a un grupo, y yo tengo ese arraigo de gallega a la tierra, de pertenencia a una tierra con características concretas, y es importante esta idea de saber dónde venimos hacia donde vamos y que es lo que nos define como sociedad, el contexto en el que vivo y lo por que de las cosas. Una de las cosas que más me marcaron en mi trayectoria fue el contacto con las informantes, las mujeres que cantan, ese contacto personal y de entender que la música ve mucho más allá de la música; está conectado con cómo vives, con quien vives, con que te relacionas, como te sientes... El trabajo con las mujeres que cantan es algo que a mí me mueve mucho, es un sentimiento parecido a lo que tenemos con los abuelos. En la música gallega trabajas con personas. Es diferente cuando ti cuantas algo que te enseñó una señora, a se interpretas una partitura de Mozart. Es algo que me marcó mucho y que me hace aprender mucho. Además, tengo en cuenta a perspectiva de género, me preocupa e investigo mucho, ya que son ellas, en su mayoría, las que cantan; y pienso mucho en su manera de ser. Cuando buscas referentes, para mí es este tipo de mujer gallega que te abre la casa, que te da todo y es un aprendizaje vital espectacular.
Presentó su nuevo proyecto durante la Romaría no Camiño del Ultreia et Suseia de este año.
El proyecto que presenté lleva tiempo formándose y cambiando cuestiones, fue una evolución natural a lo largo de estos años y ahora en noviembre saldrá mi próximo disco bajo el proyecto de ‘Carmela’. Consiste en versiones de música vocal de tradición oral centradas coger una canción, escucharla en la fuente primaria y fijarme cómo canta la señora, enfocándome en el sentimiento que me produce y entendiendo el contexto de por que se cantaba así. Es sumar mi trabajo de investigación y de intérprete, dando como resultado pensar un poco más en ellas y en el significado. Teniendo el disco, ahora estamos preparando un nuevo directo constituido en formato de trío: yo cantando y dos compañeras, Camille Hedouin y Sara Méndez. La verdad es que estoy muy contenta por actuar en la Romería en el Camino porque tocar aquí es tocar en la casa y se agradece mucho porque siempre estas por fuera y también presta estar aquí.
¿Qué proyectos tiene de futuro?
Estamos trabajando en el lanzamiento del disco, acabamos de grabar el videoclip y ahora intentaremos vender proyectos para la presentación del disco. Yo compagino este proyecto con otro de música experimental que saqué en marzo bajo el nombre de Quintela, que es la casa de mis padres, y ando girando con estos espectáculos.